Artesanos bajo ráfagas de plomo en Aldama

Chivit, Chis.- Durante los últimos seis años, María, una tejedora. tzotzil de Chivit, ha vivido bajo la intermitente lluvia de balas que disparan grupos armados desde las montañas de Chenalhó, que reclaman como suyas 60 hectáreas que desde 1999 pertenecen a Aldama, pero por periodos ha tenido que dejar su hogar, para evitar que ella y sus hijos resulten heridos y aunque parece llevar una vida apacible y de trabajo, la artesana cuenta que vive en constante temor por los disparos de los fusiles de asalto.
Desde el 2015 cuando se acrecentaron los ataques, familias de tzotziles que vive cerca de la franja en disputa, tuvieron que dejar sus hogares para buscar refugio en Chivit, Stzelejpotobtik, Yetón y cabecera municipal, por que los hombres armados incursionaron en sus poblados par quemar sus hogares.
La disputa de las 60 hectáreas inició en los años 70 del siglo pasado, cuando 115 comuneros de Aldama, entonces ejido de Chenalhó, reclamaron como suyas las tierras, pero fue hasta el 2009, que el Tribunal Unitario Agrario, les reconoce como dueños legítimos.
La creación de Aldama como municipio, en el gobierno de Roberto Albores Guillén, aviva el conflicto y a pesar de que el Tribunal Unitario Agrario reconocía como los legítimos dueños a los 115 comuneros, tzotziles de Chenalhó, exigía que se les reconociera como suyo el territorio que se ubica una hondonada donde corre un río, con tierras para la siembra de maíz, café, frijol y hortalizas.
Es durante el gobierno de José López Portillo, cuando los habitantes de Santa Martha (Chenalhó), quieren apoderarse del territorio de Aldama, para saquear y quemar siete casas.